Los clásicos ya conocían el concepto de epidemia moderno uno de los primeros en definirlo fue el astrólogo y medico Gerolamo Fracastoro (1478-1553) fue médico, astrólogo y poeta. De origen noble, siempre vivió en una villa de su propiedad en Verona. Estudió en Padua, donde conoció a Copérnico y entabló amistad con él. En la obra De sympathio et ontipathio, Fracastoro defiende el influjo recíproco entre las cosas; afirma que se da una atracción entre las cosas semejantes y una repugnancia entre las diferentes. En su opinión, los flujos de átomos son los que establecen las relaciones existentes entre las cosas, de modo que ninguna acción puede llevarse a cabo sin contacto. Estableció en su obra maestra de medicina, el De contogione, 1546 donde se describen tres modos de infección:
por contacto directo,
por “fomes” (por ejemplo, a través de la ropa, etc.),
por distancia (como ocurría en el caso de la viruela o de la peste)
Así siguiendo la tradición médica el naturismo en sus textos recomienda algo parecido:
En tiempo de epidemia, se deben evitar reuniones, hablar a cierta distancia, pues la salpicadura de la saliva de interlocutor puede contener el microbio(virus).
Por tanto : Limpiar la boca con enjugues y gargarismos. En las fosas nasales con líquidos antisépticos como por ejemplo agua con jugo de limón, agua con vinagre o agua oxigenada.
Si hay síntomas gripales acostarse y tomar una taza de infusión de eucalipto regaliz y grama, mezclados cada 2h. Cuando la fiebre ha desaparecido, beber tisanas pectorales constantemente. La clave está en acostarse a los primeros síntomas y seguir la indicaciones dichas.
Disponemos lo astrólogos de la decumbitura para conocer bien los tiempos de la enfermedad, y nos prescribe como medicar con mas eficacia. (ver gráfico) partiendo del instante en que entramos en cama(cuando los síntomas nos hacen perder facultades que impiden una vida normal) la posición de la luna en su ciclo mensual determinara los puntos de inflexión de la crisis y sus fortalezas.